EL MODERNO BARBA AZUL
Director: Jaime Salvador. Con Buster Keaton, Ángel Garasa, Virginia Serret, Fernando Soto. México, 1946
Director: Jaime Salvador. Con Buster Keaton, Ángel Garasa, Virginia Serret, Fernando Soto. México, 1946
Hablaba hace poco, a cuenta de la intervención del venerable José Cotten en la chiripitiflaútica cinta italiana de horror y sexo Lady Frankenstein

San Bela Lugosi, relegado a filmes de ínfimo presupuesto y bagaje artístico en manos del chiflado Ed Wood; el Flaco de Oro Juan Carradine paseando su físico caquéxico entre locuras mejicanas y horrores filipinos


Tras conocer sus días de gloria en el mudo, don Buster atravesaba en los años cuarenta pésimos momentos. Divorciado, amigo del frasco hasta límites insostenibles, vetado por el magnate de la Metro Louis B. Mayer con quien estaba peleado a muerte, inquilino periódico de clínicas mentales y centros de desintoxicación, a tales alturas nadie daba por él un duro. Bueno, nadie no, que sus vecinos del sur, siempre sabios y generosos

Como imitando su peripecia vital, interpreta en El moderno Barba Azul a un naúfrago llegado a las costas yucatecas, desvalido, pobretón, perdido en un mundo que no es el suyo.



A bordo de un cohete de cartón parten ambos, acompañados por la vistosa sobrina del sabio inventor, para aterrizar en un campo vecino que alegremente toman por la Luna. Deshechadas sus escafandras astronaúticas, los viajeros visten cómodas túnicas con estrellas y cucuruchos de hechicero, atavíos característicos de los selenitas como todos sabemos.
Es El moderno Barba Azul deslavazado entremés cómico a mayor gloria de Pamplinas
, quien borda una vez más al personaje taciturno y fatalista que a base de mímica, abulia y cabriolas intenta conservar su dignidad frente a un destino siempre hostil. Ritmo cansino, como a trompicones; sucesión de gags apenas hilvanados por un débil entramado argumental; un México tópico de alguaciles bigotudos con pistola y lozanas lupitas; y aún así, qué quieren, es inevitable estimarla, como a la otra producción mex de don Buster, El colmillo de Buda (1949): ambas comparten el sabor envenenado de la derrota, ese regusto fuerte a mojama seca que ningún cinéfago cabal es capaz de rechazar...
Es El moderno Barba Azul deslavazado entremés cómico a mayor gloria de Pamplinas

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